Escribe: Humbert
Romero Verano
Este domingo es el Día del Padre,
que para muchos es un día cualquiera. Para mí no. Porque un padre trabaja, se esfuerza, sufre,
se estresa por ver a sus hijos bien. Lo que pasa es que el temple y espíritu,
muchas veces, machista de un padre, hace que nadie pueda notar su sufrimiento.
Es difícil ver llorar a un padre. Prefiere tragar sus lágrimas y preocupaciones
con tal de no preocupar a los demás.
Sin embargo, todo lo que un padre
hace por nosotros, es incomparable y
pocas veces comprendido, ya que lo que hace son demasiadas cosas, y todo lo
motiva simplemente el amor que siente por nosotros sus hijos, es un amor
sincero, desinteresado, infinito, un amor que no solo nos da caricias todo el
tiempo sino que también hay llamadas de atención, pero solo lo hace para que
seamos mejores.
Mi padre, Marcelo Romero Maguiña,
es fallecido, pero mientras vivió fue buen amigo mío. Aún percibo su suave beso
en mi mejilla, su abrazo fuerte de orgullo, sus ojos aguados al darle alegrías
con mí visita, fue una persona única que un día me acompañó en mis anhelos y sueños, por quien
guardo un eteno reconocimiento y gratitud.
En este día, aparte de recalcar todo lo que un padre
significa, quiero agradecer y rendir un homenaje a mi padre político, Fidel Mena
Rivera, quien desde muy joven asumió el liderazgo en mi familia, supo
conducirnos por el camino del bien, trabajando denodadamente las 24 horas del
día, surcando la tierra, haciendo negocios en la anticuchería y acabando su juventud, pero así fue él,
padrastro, papá, amigo, y no sé que más. Ahora camino lerdo, como dice la
canción, pero nosotros estamos con él, disfrutando de sus enojos y bromas, de
sus tardes casinescas, pero siempre
acompañándolo y agradeciéndole por todo.
Por ello, no tengo dudas que el
Día del Padre es una fecha especial, tanto como el propio Día de la Madre. Por
ello, de mis papás siempre sus recuerdos estarán en mi corazón y en cada uno de
los días de mi vida. Papá somos parte de ti, te acompañaremos y tendrás la
ayuda que necesites, somos una parte de ti.
Quiero concluir deseándoles un
feliz Día del Padre, esperando que sea un día lleno de felicidad, y que esa
felicidad nos dure toda la vida, así como nuestro amor hacia a ti querido papá.
¡FELIZ DÍA DEL PADRE!