¿Qué hacemos ahora?
Escribe: Tefy Romero Berdiales
Tengo 16 años, he culminado la
secundaria y ahora vienen las preocupaciones. Es cierto que tengo un norte
definido – estudiar en la universidad – como dice mi papá, pero y los demás
qué.
Me refiero a mis cientos de
amigos de mi promoción que muchos no tienen acceso a una academia de
preparación, y peor aún a continuar una carrera superior. Será un mínimo
porcentaje que logre ser algo en esta difícil sociedad. La gran mayoría a
vender pan (que no es malo, pero no es el objetivo de muchos).
Tuve la suerte de conocer Brasil,
y la realidad allá es otra. Se puede percibir que el Estado ayuda mucho y
prioriza el tema educativo, salud y deporte. Los estudiantes se matriculan
libremente en las universidades y deben alcanzar buen puntaje para continuar.
Los buenos estudiantes tienen apoyo del gobierno y acceso a muchos beneficios.
Acá impera el negocio en el
estudio. Los empresarios han logrado posesionarse con las universidades
privadas y hacen su agosto. El Estado es
un simple mirón de la esquina y no hace algo para resolver el caso. Los
congresistas peor, sólo se dedican a sus
beneficios personales, de ahí nada más.
Escuché en casa que falta una
gran reforma en Educación. Cuándo se dará o se realizará algún día. Ojala,
porque las esperanzas no hay que perderlas. Ese cambio generacional, ojala,
venga con la gran reforma que requiere el Perú. Al menos para eso lucharemos
desde ahora.
Pero creo que esa reforma puede
comenzar ahora. Yo que leo tantas obras literarias, todas cuestan caras y por
ahí puede comenzar el cambio, abaratando los costos de los libros o al menos de
los libros que son de interés de las grandes mayorías.
Ya no me pueden comprar todas las
obras que pido y me veo en la necesidad
de leer por Internet. Eso no debe pasarles a todos los jóvenes del Perú. Falta
fomentar bibliotecas públicas masivas que motiven a visitarla. Alguna
estrategia deben emplear. Para eso han sido elegido nuestras autoridades, para
pensar en algo.
Ojala alguien pueda leerme y entender
a la juventud. Abrir un libro es cerrar una cárcel. Y más barato es el libro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario