DIARIO PERÚ PRIMERO

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Director: Humbert Romero Verano.

lunes, 28 de abril de 2014

Lucianita: un ángel de verdad

RELATOS DE MI VIDA

Lucianita: un ángel de verdad

Escribe: Humbert Romero Verano

Cuentan que Dios decidió enviar un ángel a la tierra, para que enseñe con su ejemplo como se lucha por la vida y cuanto significado y valor tiene el acto de amor.
Escogió a la más bella, tierna y leal hacía el Padre celestial.


-Lucianita, irás a la tierra. Quiero que enseñes con tu ejemplo de cuanto valor tiene la vida y que la sociedad entienda el costo mismo de la palabra vida, que aún muchos no valoran.
-Pero Padre – dijo lucianita – como voy a ir a la tierra. Si soy muy pequeña para enseñar. 

- No te preocupes, le dijo Dios. Yo estaré contigo siempre y cuando retornes los Ángeles en coro alabarán tu misión en la tierra y permanecerás eternamente a mi lado.

-Pero cómo voy a reconocer a las personas buenas, dulces y amorosas que estarán conmigo – preguntó lucianita.

- No te preocupes – respondió Dios. A ellos los reconocerás diciéndoles: Mamá y Papá.

Y lucianita con su corazón bondadoso y leal al Padre Celestial, aceptó el reto y vino a este mundo.

Ya en la tierra, el Ángel bondadoso, empezó a cumplir el mandato de Dios. Como Cristo en el calvario, no quiso romper los protocolos e inició el camino rumbo a su misión encomendada.

Los primeros días de su vida sufrió en carne propia lo que soporta la propia humanidad. Conoció de los dolores de la vida y escasez del conocimiento científico, entendiendo que la mano del hombre – por más poderosa que sea – jamás podrá igualar a Dios.

Sufrió de las necesidades del oxigeno, del agua, la luz, pero igual, siguió luchando para cumplir la misión divina.

Eso sí – como se lo advirtió Dios – sus Ángeles protectores (Mamá y Papá), jamás la descuidaron; todo lo contrario, más unidos que nunca, la protegieron, la amaron, quisieron hasta entregarle sus propias vidas con tal de verla feliz.  

En sus pocos días en la tierra, Lucianita, cumplió cabalmente su misión. Enseñó a miles de personas de cómo se lucha por la vida. Pensar que cientos se quitan su existencia, se auto eliminan, se intoxican con las drogas, se alcoholizan y participan de  tantos vicios nocturnos.

Lucianita enseñó con una sola  mirada a ver la vida de un modo distinto. A respetarse, unirse, quererse y querer a los demás.

Llegó el día que Dios lo llamó a su reino. 
- Lucianita, tienes que retornar – le dijo Dios.
- Y ella, con su lealtad al Padre celestial, retornó al cielo.

Dios le preparó una gran bienvenida. Los Ángeles se hincaron para honrar a la más leal hija del Padre. Una gran ceremonia fue el recibimiento.

- Estoy agradecida, pero muy triste – Dijo ella en su discurso.
- No te preocupes – le dijo Dios – Desde acá podrás ver y ayudar a tu mamá y papá que conociste allá. Afortunadamente ellos son muy buenos, son Ángeles que algún día vendrán para unirse a nosotros en la eternidad, donde no existirá la palabra muerte.

 - Gracias padre Dios – dijo lucianita – seré muy feliz, siempre y cuando, con tu poder ayudes a mamá y papá a ser dichosos en la tierra.  

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