DIARIO PERÚ PRIMERO

DIARIO PERÚ PRIMERO
Director: Humbert Romero Verano.

lunes, 23 de diciembre de 2013

Opinión

Burocracia y come echados
Escribe: Humbert Romero Verano
Me abordó ayer un conocido mío en una municipalidad de la zona. Con documentos en mano me solicitó respaldo a la gestión que éste venia realizando.
Pedro – así lo llamaremos – había trabajado en la gestión anterior del gobierno local. Llegado el nuevo alcalde lo despidió y éste mediante una resolución judicial actualmente viene trabajando interinamente hasta que la justicia defina su caso. Me solicitó una publicación para defender su situación laboral o hablar con el alcalde para obtener su apoyo.
Casos como este hay cientos en cada gobierno local. Cada alcalde que pasa como Murciélago (No he afirmado que se chupan hasta la sangre del pueblo), deja como herencia, aparte de forados, obras inconclusas y denuncias por doquier, decenas de ineptos personajes que no sirven para trabajar en la administración pública, haciéndole daño a todo un pueblo que delira por su desarrollo.
El requisito y curriculum principal que tienen la mayoría de estos personajillos, es haberle pasado la franela al jefe, trabajar de una especie de servicio secreto (chismoso), haber sudado la “gota gorda” en campaña electoral y finalmente hacerla de piquichón del burgomaestre y sus regidores.
Pero vaya a preguntarle usted que significa ser un servidor público o si tienen conocimientos básicos para equis materia. Nada de nada. Total, ¿quién ha nacido sabiendo?, afirman con toda la desfachatez del mundo. O replican: ¿Por qué te picas si no es tu plata?
Esta “genial” herencia que nos deja cada autoridad, termina aumentando el personal en cada municipalidad, haciendo más ineficiente una gestión, convirtiendo al aparato estatal en una burocracia pérfida que a veces la población se cansa y pide que voten a todos.
Pero qué se puede hacer al respecto, pregunté hoy a un  erudito amigo. Hay que clasificar, me respondió.
No es posible -continúo- que  en cada oficina trabajen siete u ocho, se tropiecen, discutan y no ejecuten nada. Se debe clasificar a los mejores, a los que verdaderamente están preparados para un cargo. Acá el gran perdedor es el pueblo, porque todo el dinero que se tiene que invertir en planillas es alarmante. Mientras cada expediente en curso requiere de una patadita (puntito) para llegar a la meta.
Sabiendo esto sería oportuno que algún congresista (“Entenado” de la Patria), presente un proyecto de ley de reforma de los gobiernos locales. No sólo el sector Educación requiere de reformas estructurales, sino instituciones como las municipalidades que conviven con el pueblo. ¿Harán algo o terminarán su periodo sin pena ni gloria presentando y llevando mociones de saludo, como si ello fuera su función especifica?
Y a los alcaldes, primero está la eficiencia y compromiso con la población, antes que la ayudita al compañero político. Primeros deben ser los funcionarios que te afronten y hagan ver de tus errores, antes que los que sólo saben mover la cabeza en señal de aprobación y decirte que todo lo que haces es bueno. Estos últimos terminan haciéndote más daño que aquellos que te formulan críticas constructivas.

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