DIARIO PERÚ PRIMERO

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Director: Humbert Romero Verano.

domingo, 19 de enero de 2014

¡Y se hizo justicia!

JNE da la razón a José Reyes Silva 

Regidor distrital de Santa María recibe espaldarazo del máximo tribunal electoral que declara infundado pedido de  su vacancia.
Fuentes dignas de crédito afirman que detrás del denunciante estaría la mano negra del alcalde Juan Carlos García Romero, quien ha demostrado no tener correa para gobernar. La población conoce, también, de su abierto enfrentamiento al alcalde provincial de Huaura.

Santa María.- Especial Perú Primero.
“La mentira tiene patas cortas”, es un conocido pensamiento que calza muy bien con la odisea vivida desde al año pasado por el destacado regidor del distrito de Santa María (provincia de Huaura), José Carlos Reyes Silva, cuya cabeza había sido pedida casi literalmente por un ciudadano que le imputaba la comisión de supuestas maniobras irregulares en agravio de dicho municipio, sin aportar una sola prueba valedera en su contra.


El pueblo de Santa María hizo suya la preocupación y malestar de la familia de Reyes Silva, sus amigos y hasta conocidos suyos también, por un simple hecho: toda su vida ha sido regida por su transparente actitud en cualquier circunstancia, hecho que siempre se vio reflejado en su vida doméstica-empresarial, perfil de conducta que obviamente aplicó desde el primer momento en que asumió su función edil, aseguran quienes conocen muy de cerca al mencionado regidor santamariano.
Y el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), presidido por su titular Francisco Artemio Távara Córdova, analizó durante varios y largos meses los presuntos cargos hechos por Francisco Valdez Arroyo contra Reyes Silva, contrastó la documentación aportada por el “acusador” contra el funcionario edil, hasta que llegó el momento de resolver la causa que la declaró infundada, lo que significa que dicho ciudadano no presentó ni siquiera una sola prueba en contra del ahora feliz regidor.

Por esas razones, el máximo tribunal electoral del país decidió echar por la borda la sarta de mentiras del ciudadano Valdez Arroyo, quien no tuvo empacho alguno en presentarse ante el JNE a fin de imputar una serie de hechos en contra del regidor Reyes Silva, pero sin mayor sustento legal.

Claro que el JNE pudo hab

er desestimado de plano la admisión del pedido de vacancia enarbolado por Valdez Arroyo; sin embargo, no lo hizo sino que decidió abrir la causa pertinente para someter a investigación la conducta edil de Reyes Silva, quien luego del espaldarazo recibido por el organismo electoral, se ha visto robustecido no solo como funcionario edil sino también políticamente, según sus allegados.

El pueblo de Santa María, según muchos de sus vecinos, ha visto con  buenos ojos que José Carlos Reyes Silva apunte a partir de ahora al principal sillón edil del pujante distrito de Santa María, porque conocimientos no le faltan y su perfil personal concuerda perfectamente con el anhelo de su gente para ser ungido mediante las urnas -como alcalde suyo-para que ponga las rieles definitivas del tren del desarrollo que espera ese distrito hace muchos años.

Lección aprendida
A todo esto, voceros del JNE precisaron que el caso del regidor Reyes Silva debe servir de ejemplo a la ciudadanía en general, especialmente a quienes tienen como “deporte” formular denuncias hasta por “quítame estas pajas”, porque finalmente todo eso acarrea emplear horas-hombre para armar un expediente y darle el curso procesal del caso, hecho que finalmente acarrea pérdidas económicas al Estado.
“Nadie está en desacuerdo con que la ciudadanía fiscalice a sus autoridades,  de ninguna manera, pero hay que ser también responsables y serios para presentar cargos tan graves contra cualquier funcionario público, más todavía si este finalmente resulta siendo inocente de todas las acusaciones hechas en su contra”, advirtió el representante del JNE.

“En ese orden de ideas, es también importante que quienes presenten cargos contra funcionarios ediles o no, lo hagan con la convicción y la seguridad de que lo están haciendo de buena fe, y por el solo afán de que el trabajo en el Estado sea más transparente, porque, valgan verdades, hay operadores políticos que utilizan esos mecanismos para sacar de juego a quienes ellos consideran como sus enemigos mediáticos para lograr sus fines. Mucho cuidado con esto”, alertó finalmente nuestra fuente que prefirió por ahora mantenerse en el anonimato.

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