..AL FINAL DEL TÚNEL
Un Perú en emergencia
Escribe: Humbert F. Romero Verano
Director
La semana pasa participé de una ceremonia de inauguración de un colegio en Pampa Pacta, perteneciente al distrito de Santo Domingo de los Olleros – Huarochirí, que bajo el lema de unidad, los pobladores y comuneros han logrado con mucho esfuerzo la conquista de sus objetivos.
Más cerca. Un vecino con que yace internado en un nosocomio limeño, está siendo curado con dinero conseguido a punta de parrilladas organizado por sus familiares y amigos. Todos participan y colaboran bajo el marco de unidad.
Cuando ocurre un incendio, todos corremos a alcanzar un balde de agua. El barrio se une para colaborar y mitigar los efectos del fuego. Unidos se pueden lograr grandes objetivos.
Pongo estos ejemplos, en lenguaje común, para hacer entender a algunas personas llamadas autoridades que con unidad se puede hacer que el Perú siga creciendo pero en paz, sin el temor a la lacra social llamada sicariato y muerte, donde podamos andar tranquilamente y sentir el respaldo de la autoridad llamada Policía.
Y es que si analizamos concienzudamente podemos darnos cuenta de las muertes a diario ocurridas en el Perú, producto del sicariato. Sin considerar, ojo, el cobro de cupos, amenaza a la familia, etc, etc.
El Perú está en emergencia, sólo falta que la rubrique nuestro incapaz y débil (por no decir “maricón”, y no me refiero a ellos) Presidente Ollanta Humala. Pensé que éste tendría agallas, porte y decisión de “Cachaco” para tomar al toro por las astas y unir a la clase política y al propio país en defensa de la seguridad ciudadana. No puede hacerlo porque no tiene clase y don de mando para gobernar. Es un pobre diablo nuestro Presidente.
Nos falta un gobernante líder que una al país en torno a un tema, la tranquilidad de la población y lucha contra el sicariato. Estamos como un barco a la deriva que pide auxilio a gritos y el “Comandante” no quiere soltar la soga del socorro. Está esperando la orden de Mamá Nadine.
Pero que incapaz es este Presidente que cuando la familia circense (Congreso) discute y pelea por sus cupos, perdón, por dar un “voto de confianza” al nuevo gabinete, sale a la una de la madrugada a dar un mensaje a la Nación. ¿Quién diablos lo va a escuchar a esa hora? Excepto nuestra excelentísima Primera Dama que lo aplaude de su cama.
No sea bruto Presidente. Nunca es tarde para trabajar. El país voto por usted pensando y confiando en su don de mando y coraje para asumir los grandes retos del Perú, y un gran reto es terminar de una vez por todas con el nuevo terrorismo social que tanto daños nos está causando. Cuidado que nos puede ganar la batalla y convertirnos en tierra de nadie, en la que por un sol se asesine a un ciudadano inocente.
Qué le falta Presidente para actuar, si lo tiene todo y no hace nada. ¿Un consejo? Ahí va. Vote a todos esos inútiles que le rodean, a esos asesores y congresistas franeleros que solo saben levantar la mano, a esos lobistas que lo visitan a diario en su despacho, a esos Vargas llosas que sólo saben defenderlo a cambio de algo.
Es tiempo que se rodee de profesionales en cada materia. De especialistas en seguridad ciudadana, de sociólogos que conozcan nuestra realidad nacional, de gente que pueda trabajar pensando en el país y no en sus bolsillos. Es momento que salga el líder y una al país en torno a un tema: la paz de nuestra sociedad.
Una última Presidente. Que ya no aparezca su mujer en las ceremonias públicas. Llegó al hartazgo que cae chinche como el propio Manuel Burga.
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