Tú, ciudadano
Escribe: Mónica Delta
Respuestas simples en asuntos complejos para “empoderarnos” en las próximas elecciones. Hay, al menos, tres fuentes que alimentan a los monstruos del dinero ilícito que penetra nuestro país. Representan cerca de 7,000 millones de dólares que provienen del narcotráfico, la minería ilegal y la corrupción. Esta lluvia de millones y la deficiencia en los entes de control “animan las campañas” de cada vez más “delincuentes disfrazados de políticos”.
Por eso, tú, ciudadano, desconfía plenamente del que te regala cosas. No creas ni una palabra del que dice que tiene la varita mágica y es “el único” que puede resolver tus problemas. El candidato que te sonríe todo el tiempo, que abraza a los niñitos, se da golpes de pecho y carga al Señor de los Milagros, el que te ofrece cambiar tu vida sin esfuerzo, lo más probable es que te esté mintiendo. Encuentra pasión en tus exigencias, pero sé “frío y calculador” al escuchar los cantos de sirena. Pregúntate qué te ofrecen. Y si solo te prometen trabajar con eficiencia, comienza a escucharlos, pero no te entregues así nomás. También cree poco en el que siempre les echa la culpa a los otros de todos los males y no te propone salidas. Estos son los que ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Los que se hacen la víctima todo el tiempo no son confiables. Haz tu búsqueda personal. Si no manejas una computadora, pídele a alguien que te ayude.
Al colocar el nombre de los candidatos en un buscador, tus preguntas deben ser cortas y precisas: ¿de dónde viene?, ¿tiene familia?, ¿es buen padre o madre?, ¿es buen hijo o hija, esposo o esposa?, ¿cómo y cuál es su entorno?, ¿en qué ha trabajado?, ¿paga sus deudas?
Esas respuestas las encuentras en las fuentes crediticias. ¿Cuál es la trayectoria personal? Recuerda que hoy tenemos instrumentos cibernéticos que nos pueden ayudar a rastrear, aunque tampoco son dogmas de fe. Entérate bien de cuáles son las funciones del cargo que pretende ocupar.
Si un candidato al Congreso te dice que va a hacer obras, de hecho está faltando a la verdad. Recuerda el antiguo refrán dime con quién andas y te diré quién eres. Fiscaliza la ruta de su dinero y pregúntate cómo lo hizo, cuál es el secreto.
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