Ángel Romero Díaz:
• A pesar del importante rol que tienen magistrados en sostenimiento de la seguridad jurídica, paz social y la democracia
ESCRIBE: EDUARDO SALAS GUZMÁN
Contundente. El presidente de la Primer Sala Civil Superior de Lima, Ángel Henry Romero Díaz, afirmó que la siempre reclamada nivelación de jueces del país no se hace hasta el momento “por no existir una decisión política sobre el particular, pese a la existencia de un veredicto del Tribunal Constitucional en ese sentido”.
El reconocido magistrado y ex titular de la Corte Superior de Lima, la de más importancia del país, argumentó que muy aparte de la resolución dictada anteriormente por el máximo organismo contralor de la Constitución, “está la Ley Orgánica del Poder Judicial donde se fijan las escalas reales y remunerativas de los jueces de las diversas instancias, en proporción a lo percibido por los señores jueces supremos titulares del más alto tribunal del país”.
“Por tanto, hizo hincapié el magistrado en declaraciones a PERÚ PRIMERO, no estamos reclamando aumentos de remuneraciones como podría suponerse, sino simplemente pedimos respetuosamente al Ejecutivo que solo se cumpla con lo que disponen los ordenamientos legales respecto a nuestras demandas”.
Ángel Romero expresó su optimismo, en ese sentido, para que las autoridades –especialmente las del ministerio de Economía y Finanzas- consideren que ha llegado el momento de regularizar los ingresos de los jueces, de acuerdo a los dispositivos vigentes. “Nada más, no pedimos más porque creemos que es lo justo, máxime si el trabajo de nosotros es de gran responsabilidad y a dedicación exclusiva, salvo la cátedra universitaria, para lo cual ya no tenemos tiempo incluso por la sobrecarga procesal existente”, precisó.
Dijo estar plenamente de acuerdo con sancionar severamente a los magistrados que se han excedido en sus funciones, “pero a través de los procesos investigatorios y disciplinarios donde se comprueben fehacientemente las supuestas malas prácticas cuestionadas por los litigantes u abogados”.
UNO GANA Y OTRO PIERDE
A una pregunta, el correcto juez capitalino trajo a colación que muchas veces, los abogados o los propios usuarios de la justicia que pierden sus procesos, lanzan acusaciones sin pruebas valederas contra los jueces que ventilaron sus juicios, “en un afán de justificar que los resultados fueron adversos por razones extrajudiciales y no porque se equivocaron de estrategia procesal”.
“Esa realidad nos lleva recordar a la ciudadanía lo siguiente: Los juicios no son como los partidos de fútbol donde hay empate o un ganador y perdedor. No, porque los procesos jurisdiccionales se ganan o se pierden. No hay otro resultado. Y eso es motivo para que el litigante desafortunado, ya sea por influencia de sus abogados o allegados, denuncien a las autoridades judiciales en base solo a supuestos hechos y sin pruebas”, describió el correcto juez superior luego de expresar su total complacencia para que “sean expulsados del Poder Judicial los magistrados que hayan sido descubiertos infraganti en cualquier maniobra corrupta”.
Romero Díaz, en otro contexto, recordó que es necesaria la capacitación de los jueces del país, a quienes exhortó a tener siempre en cuenta que aquella la innovación es bastante importante en el mundo del derecho, toda vez que esta no es una profesión estática sino dinámica que exige estar al día con los nuevos códigos y disciplinas jurídicas.
HOGAR Y UNIVERSIDADES
Consideró también necesario que los padres de familia sepan inculcar la práctica de valores como la honradez, la puntualidad, etc. en sus hijos, desde pequeños y hasta jóvenes, para que nuestra sociedad tenga ciudadanos educados y con apego al trabajo, al estudio y a las buenas costumbres.
“Todo ello es muy importante. Los profesores también juegan un rol importante en las futuras generaciones, porque en ellos descansa la responsabilidad de formar educativamente a nuestros futuros compatriotas, la piedra angular del Estado y la sociedad misma. Allí está la clave para tener en adelante un Perú pujante y en desarrollo”, subrayó Romero Díaz al absolver una interrogante.
Sobre el particular, el experimentado magistrado limeño dijo que es igualmente prioritario que los profesores de las universidades, especialmente los que enseñan la carrera de abogacía, sepan imbuir a sus alumnos el fiel cumplimiento de los valores ya aprendidos en la educación escolar. “Esto es y será muy oportuno, porque algunos jóvenes podrían estar desorientados en el buen sentido de la palabra, pero para eso está el profesor universitario para poderlos conducir por el buen camino personal y profesional.
JUEZ EJEMPLAR
Ángel Romero Díaz ha sido anteriormente presidente de la Corte Superior de Justicia de Lima, así como titular de la Asociación Nacional de Magistrados del Perú, donde supo impulsar diversas obras en favor de dicha institución y la realización de numerosos talleres de capacitación profesional de sus miembros. Cuando lideró la Cuarta Sala Superior Civil de Lima, su instancia batió el récord a nivel local y nacional en la emisión de sentencias, que se mantiene vigente hasta ahora, según datos estadísticos del Poder Judicial.
• A pesar del importante rol que tienen magistrados en sostenimiento de la seguridad jurídica, paz social y la democracia
ESCRIBE: EDUARDO SALAS GUZMÁN
Contundente. El presidente de la Primer Sala Civil Superior de Lima, Ángel Henry Romero Díaz, afirmó que la siempre reclamada nivelación de jueces del país no se hace hasta el momento “por no existir una decisión política sobre el particular, pese a la existencia de un veredicto del Tribunal Constitucional en ese sentido”.
El reconocido magistrado y ex titular de la Corte Superior de Lima, la de más importancia del país, argumentó que muy aparte de la resolución dictada anteriormente por el máximo organismo contralor de la Constitución, “está la Ley Orgánica del Poder Judicial donde se fijan las escalas reales y remunerativas de los jueces de las diversas instancias, en proporción a lo percibido por los señores jueces supremos titulares del más alto tribunal del país”.
“Por tanto, hizo hincapié el magistrado en declaraciones a PERÚ PRIMERO, no estamos reclamando aumentos de remuneraciones como podría suponerse, sino simplemente pedimos respetuosamente al Ejecutivo que solo se cumpla con lo que disponen los ordenamientos legales respecto a nuestras demandas”.
Ángel Romero expresó su optimismo, en ese sentido, para que las autoridades –especialmente las del ministerio de Economía y Finanzas- consideren que ha llegado el momento de regularizar los ingresos de los jueces, de acuerdo a los dispositivos vigentes. “Nada más, no pedimos más porque creemos que es lo justo, máxime si el trabajo de nosotros es de gran responsabilidad y a dedicación exclusiva, salvo la cátedra universitaria, para lo cual ya no tenemos tiempo incluso por la sobrecarga procesal existente”, precisó.
Dijo estar plenamente de acuerdo con sancionar severamente a los magistrados que se han excedido en sus funciones, “pero a través de los procesos investigatorios y disciplinarios donde se comprueben fehacientemente las supuestas malas prácticas cuestionadas por los litigantes u abogados”.
UNO GANA Y OTRO PIERDE
A una pregunta, el correcto juez capitalino trajo a colación que muchas veces, los abogados o los propios usuarios de la justicia que pierden sus procesos, lanzan acusaciones sin pruebas valederas contra los jueces que ventilaron sus juicios, “en un afán de justificar que los resultados fueron adversos por razones extrajudiciales y no porque se equivocaron de estrategia procesal”.
“Esa realidad nos lleva recordar a la ciudadanía lo siguiente: Los juicios no son como los partidos de fútbol donde hay empate o un ganador y perdedor. No, porque los procesos jurisdiccionales se ganan o se pierden. No hay otro resultado. Y eso es motivo para que el litigante desafortunado, ya sea por influencia de sus abogados o allegados, denuncien a las autoridades judiciales en base solo a supuestos hechos y sin pruebas”, describió el correcto juez superior luego de expresar su total complacencia para que “sean expulsados del Poder Judicial los magistrados que hayan sido descubiertos infraganti en cualquier maniobra corrupta”.
Romero Díaz, en otro contexto, recordó que es necesaria la capacitación de los jueces del país, a quienes exhortó a tener siempre en cuenta que aquella la innovación es bastante importante en el mundo del derecho, toda vez que esta no es una profesión estática sino dinámica que exige estar al día con los nuevos códigos y disciplinas jurídicas.
HOGAR Y UNIVERSIDADES
Consideró también necesario que los padres de familia sepan inculcar la práctica de valores como la honradez, la puntualidad, etc. en sus hijos, desde pequeños y hasta jóvenes, para que nuestra sociedad tenga ciudadanos educados y con apego al trabajo, al estudio y a las buenas costumbres.
“Todo ello es muy importante. Los profesores también juegan un rol importante en las futuras generaciones, porque en ellos descansa la responsabilidad de formar educativamente a nuestros futuros compatriotas, la piedra angular del Estado y la sociedad misma. Allí está la clave para tener en adelante un Perú pujante y en desarrollo”, subrayó Romero Díaz al absolver una interrogante.
Sobre el particular, el experimentado magistrado limeño dijo que es igualmente prioritario que los profesores de las universidades, especialmente los que enseñan la carrera de abogacía, sepan imbuir a sus alumnos el fiel cumplimiento de los valores ya aprendidos en la educación escolar. “Esto es y será muy oportuno, porque algunos jóvenes podrían estar desorientados en el buen sentido de la palabra, pero para eso está el profesor universitario para poderlos conducir por el buen camino personal y profesional.
JUEZ EJEMPLAR
Ángel Romero Díaz ha sido anteriormente presidente de la Corte Superior de Justicia de Lima, así como titular de la Asociación Nacional de Magistrados del Perú, donde supo impulsar diversas obras en favor de dicha institución y la realización de numerosos talleres de capacitación profesional de sus miembros. Cuando lideró la Cuarta Sala Superior Civil de Lima, su instancia batió el récord a nivel local y nacional en la emisión de sentencias, que se mantiene vigente hasta ahora, según datos estadísticos del Poder Judicial.
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