Roberto Carlos Rosado Pomacaja
Egresado del Diplomado Internacional en Relaciones Comunitarias y Responsabilidad Social
Universidad ESAN
El 2014 se configura como un año de retos para el campo profesional de las relaciones comunitarias. Será un año electoral para los gobiernos regionales y municipales, y el apetito por la reelección podría incrementar la inversión pública para exhibir obras públicas y así lograr captar votos en las comunidades.
A esto se suma que los presupuestos de los gobiernos regionales y locales tendrán una ligera reducción por los menores ingresos por canon minero. Además aparecerán las contracampañas políticas dirigidas no solo a los candidatos políticos sino que también se apuntaría contra algunas empresas mineras. Y para variar, habrá una mayor actividad de los procesos de Consulta Previa.
Ante ese entorno los profesionales de las relaciones comunitarias deben tener la habilidad política de no caer ante las presiones coyunturales de algunos dirigentes de las comunidades.
Pero como siempre detrás de una crisis hay una oportunidad, los relacionistas comunitarios pueden ayudar a las comunidades a priorizar las obras públicas que realmente sean necesarias, aquellas que generen valor a los quehaceres cotidianos.
Otro punto a ser promovido será la inversión del sector privado en obras públicas a través de la Ley de Obras por Impuestos. Para ello el relacionista comunitario es el más idóneo para hacer un primer acercamiento con las comunidades para ayudar a identificar obras que generen rentabilidad social.
Lo recomendable en este último trimestre del 2013 es que las empresas extractivas sepan armar un equipo multidisciplinario de relaciones comunitarias, cuya transversalidad beneficiará la comprensión de la realidad y problemáticas de las poblaciones que se desenvuelven.
Sin embargo, hay que reconocer que hace falta en la oferta laboral una capacitación en relaciones comunitarias. Al ser la bisagra entre comunidades y las empresas privadas, es imperdonable que un relacionista-comunicador pretenda utilizar solo la intuición para trata de solucionar un conflicto social.
No hay tiempo que perder para las relaciones comunitarios, el 2014 será un gran reto para acrecentar el profesionalismo y la experiencia. Esperemos que en el 2014 se logren impulsar más inversiones privadas que en este 2013, y que eso se haga en armonía con las comunidades y el medio ambiente.
A esto se suma que los presupuestos de los gobiernos regionales y locales tendrán una ligera reducción por los menores ingresos por canon minero. Además aparecerán las contracampañas políticas dirigidas no solo a los candidatos políticos sino que también se apuntaría contra algunas empresas mineras. Y para variar, habrá una mayor actividad de los procesos de Consulta Previa.
Ante ese entorno los profesionales de las relaciones comunitarias deben tener la habilidad política de no caer ante las presiones coyunturales de algunos dirigentes de las comunidades.
Pero como siempre detrás de una crisis hay una oportunidad, los relacionistas comunitarios pueden ayudar a las comunidades a priorizar las obras públicas que realmente sean necesarias, aquellas que generen valor a los quehaceres cotidianos.
Otro punto a ser promovido será la inversión del sector privado en obras públicas a través de la Ley de Obras por Impuestos. Para ello el relacionista comunitario es el más idóneo para hacer un primer acercamiento con las comunidades para ayudar a identificar obras que generen rentabilidad social.
Lo recomendable en este último trimestre del 2013 es que las empresas extractivas sepan armar un equipo multidisciplinario de relaciones comunitarias, cuya transversalidad beneficiará la comprensión de la realidad y problemáticas de las poblaciones que se desenvuelven.
Sin embargo, hay que reconocer que hace falta en la oferta laboral una capacitación en relaciones comunitarias. Al ser la bisagra entre comunidades y las empresas privadas, es imperdonable que un relacionista-comunicador pretenda utilizar solo la intuición para trata de solucionar un conflicto social.
No hay tiempo que perder para las relaciones comunitarios, el 2014 será un gran reto para acrecentar el profesionalismo y la experiencia. Esperemos que en el 2014 se logren impulsar más inversiones privadas que en este 2013, y que eso se haga en armonía con las comunidades y el medio ambiente.
Lic. Roberto Carlos Rosado Pomacaja, especialista en temas económicos.
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