OPINIÓN

¿Y nuestra salud?

 

La diosa fortuna me dio la oportunidad de visitar, el pasado mes de mayo, el país de la Samba (Brasil), aparte de quedarme enamorado de su natural belleza y mujeres, hubo algo que despertó mi interés, el tema Salud.

Sao Paolo, que en avión está a cuatro horas y media de Lima (a la vuelta de la esquina), nos lleva “cien años luz” de diferencia en desarrollo: Salud, Educación, Deporte, Economía, Tecnología y, otros. Qué más…No lo sé.

Un familiar mío enfermó.  Acudimos al hospital más cercano. Llegó con ello la sorpresa. “Usted no puede salir de acá, hasta estar completamente sano”, dijo el asistente social. Continuó diciendo que por la economía “no se preocupen porque el Estado cubre todo.

Y como que así fue, al final de la jornada. Un poco más y con ambulancia y todo nos trasladan a nuestro hospedaje. Puedo jurar que jamás había tenido un trato así en mi patria. Puedo jurar que jamás había imaginado un trato así al tema salud en el hermano país del Brasil. Antes yo afirmaba que ellos sólo sabían jugar a la pelota y bailar samba. Que tan lejos de la realidad había vivido.

Ya de retorno en Huacho, acudí a visitar a una tía que estaba internada en el hospital de Essalud. Sentí mucha pena, no sólo por encontrar en circunstancias difíciles a mi pariente materna, sino por las condiciones en que la tenían enclaustrada. Un trato carcelario de los “vigilantes”, unas enfermeras que mejor hubiesen seguido cursos de “madrastra”, con médicos que se creen la última chupada del mango, con camas adquiridas hace décadas, frazadas que ya no tienen espacios para zurcirse más, ¿sabanas?, no sé si lo eran, porque mi mascota “Princesa” duerme en mejores condiciones. ¡Qué lastima carajo! Mi tía consoló mi dolor. Ella jamás entenderá mi sufrimiento.

El tema Salud se ha convertido en una vieja retórica, en el mejor aliado de los políticos, especialmente cuando son candidatos. Después, solo fueron promesas y facundias de campaña. Nuestra realidad es ésta y no sé cuantos años tendrán que pasar para cambiarla. ¿Llegará ese día?

Los gobernantes de turno siempre actuaron de manera benevolente, el día a día y pensando en la reelección. Acá sigue la pirámide discriminativa, donde la salud es un privilegio y no un derecho. Ojo, no estoy defendiendo un gobierno solidario, socialista, comunista o, etc. Lo que defiendo es el trato igualitario, al menos en salud, con mejores condiciones y profesionales de calidad. Defiendo el derecho a la salud para todos en igualdad. Defiendo la salud tuya, mía, la de nosotros.

Basta de engaños y traiciones. Basta de lucrar con la salud de todo un país. Basta de entrampamientos desde el Ejecutivo, pasando por el Legislativo, llegando hasta el último asistente en los hospitales y centros médicos.

¿Qué tiene Brasil, que no tenga nuestra patria? Acá tenemos todas las condiciones para mejorar. Lamentablemente solo florece la delincuencia, la corrupción, el sicariato y todo lo malo que nos dejaron aquel puñado de españoles cuando conquistaron nuestro Imperio.

Aprendamos y copiemos lo mejor de cada Nación o Estado. Mejor si ellos están tan cerca como el Brasil. ¿Lo malo? Es hora de desterrarlo.